Ninguno de los inversionistas habilitados presentó propuesta para resultar seleccionado en la prestación de los servicios de almacenamiento de Gas Natural Licuado, regasificación de gas natural a través de la infraestructura de importación de gas del Pacífico. En consecuencia, se declaró desierto el proceso y se puede iniciar de nuevo toda la programación para alcanzar con éxito la selección.
En tal sentido la gran pregunta que surge es ¿Por qué nadie presentó propuesta? La respuesta -en mi opinión-, es una suma de circunstancias tanto internacionales como locales.
A nivel internacional la coyuntura en materia de logística para el trafico fluvial junto con el alto costo del gas natural conlleva prevenciones y todas son válidas. Y es que los precios del gas natural licuado han superado un récord, cotizando a más de 34,40 dólares por millón de unidades térmicas británicas, ya que las previsiones de un invierno frío en el norte de Asia y la fuerte demanda de otros mercados, intensifican la brecha respecto a la oferta
¿Para qué van a estar pensando en nosotros los proveedores de gas a China, Japón y Europa? Si los proveedores internacionales de gas tienen opción de venta del gas, seguramente tienen países consumidores más atractivos que colombia, incluso con más requerimientos de cantidades de gas natural y con mayor disponibilidad de pago. Y como Colombia, ni ninguno de nuestros países vecinos, es Kazajistán, que es uno de los mayores productores de gas en el Mundo, conviene ir pensando en políticas públicas para racionalizar internamente el uso del gas y esperar que, frente a la escasez mundial, el gas local no incremente en su precio. Juego de oferta y demanda.
Y para los que piensan que el alto costo del gas es una preocupación que solo se puede contemplar para el año 2023, es decir, cuando esté en operación la terminal de regasificación. Se les recuerda que el gas natural al igual que cualquier bien o servicio si se adquiere con antelación y a largo plazo puede reflejar una competitividad en materia de precios. O dicho de otra manera, el gas no se puede empezar a negociar en el 2023 para importarlo en el 2023.
Pero como lo mencioné, la respuesta también tiene circunstancias locales. Y aquí viene algo que influye en la valoración de riesgo que hace una empresa y sobre todo el que le presta dinero a esa empresa, me refiero a que estamos próximos a cambio de presidente en Colombia, con lo cual, si llegan medidas extremas como la que anunció uno de los candidatos de no dar licencias ambientales en zonas fértiles o no continuar la exploración de nuevos pozos petroleros en el País, es totalmente valido que los inversionistas acudan al criterio de no invertir por el riesgo País. Ojalá no se tome mucho tiempo la UPME en volver a realizar la convocatoria.
Ahora bien, es encomiable el esfuerzo que la regulación local ha hecho para motivar la participación de inversionistas, lo vimos con los incentivos y otros aspectos que se incluyeron en las recientes resoluciones CREG 127 y 128 de 2021. Sin embargo, el impacto de nuestro regulador es regional y en el mejor de los esfuerzos alcanza a ser nacional. Es decir, ellos no pueden solucionar todo en Colombia y lo que medianamente logran solucionar se aplica en las regiones disciplinadas. En las otras regiones, ni se aplica la regulación. Mucho menos con lo que ocurre internacionalmente. Así las cosas, lo que tocará hacer para motivar a los inversionistas es ofrecerles el oro y el moro vía incentivos para que se logre confiabilidad y seguridad en el suministro de gas natural en Colombia.
Hemberth Suárez Lozano
Socio fundador de OGE Legal Services
*La opinión aquí expresada es asumida únicamente por el autor del artículo. No obliga ni compromete a terceros, clientes o inversionistas de la firma OGE.