El Blockchain es un libro de contabilidad inmutable, anónimo, inviolable y descentralizado, el cual también es la fuerza subyacente al bitcoin. Según Magnier (2018) las cadenas de bloques ofrecen una aplicación revolucionaria de la criptografía y la tecnología de la información a los antiguos problemas de mantenimiento de los registros financieros, a la vez que crean grandes esperanzas con respecto a un menor coste, una mayor liquidez, un mantenimiento más preciso de los registros y la transparencia de la propiedad.
Haber y Stornetta (1991) inicialmente propusieron la estructura del blockchain para marcar el tiempo de creación de la propiedad intelectual, como un documento digital, con el fin de fijar los derechos de propiedad con el creador antes de que pueda ser copiado por otros. La primera referencia a esta estructura de datos como una «cadena de bloques» proviene de Nakamoto (2008), cuyas innovaciones con bitcoin incluyeron la conexión del concepto de blockchain con un libro de contabilidad público actualizado conjuntamente por numerosos participantes en una red de código abierto.
El blockchain puede ser un vehículo hacia una vida de desarrollo sostenible que permita hacer los procesos administrativos (tanto del sector público como del sector privado) mucho más eficaces y confiables. Por ello, el blockchain se ve tan involucrado con el concepto de gobernanza. La gobernanza describe los procesos mediante los cuales los individuos y los grupos con relaciones continuas negocian sobre cómo adaptarse a los cambios dentro de un entorno institucional, como una empresa, una organización política o comunitaria, o en la contratación del mercado (North, 1991).
Uno de los mayores retos de la gobernanza sobre el blockchain es entender cómo diseñar y construir sistemas que equilibren los intereses de cada una de estas partes interesadas y garanticen el éxito de la red, independientemente de cómo se defina ese éxito (De Filippi y Loveluck, 2016). De este modo, la gobernanza de las cadenas de bloques se refiere a la de la forma en que se toman las decisiones, no las decisiones en sí: quién elige y cómo se elige, en lugar de lo que se elige.
No obstante, para hacer del blockchain una tecnología con alto nivel de uso, es necesario promover la confianza en los ciudadanos sobre este tipo de sistema. Mejorar las gestiones del gobierno corporativo es uno de los muchos pasos necesarios para restaurar la credibilidad y la confianza en el sector privado, como precursor de un entorno económico sano y competitivo de forma constante. Los principios del gobierno corporativo proporcionan mecanismos para que diferentes entidades económicas puedan trabajar en un aura de desarrollo responsable y desarrollo sostenible.
Por eso, a través de este artículo se estudiará el concepto de gobernanza dentro del blockchain, con la finalidad de proporcionar un marco descriptivo que permita a empresarios, accionistas, inversionistas y distintas personalidades en el ámbito corporativo conocer los aportes que ha generado el uso del blockchain en los gobiernos corporativos hasta ahora, y que necesita mejorarse para que puedan aprovechar al máximo sus beneficios a futuro.
Michelle Bernier Zavala
Asociada en OGE Legal Services