La energía nuclear para la generación de energía eléctrica constituye una fuente de energía de bajas emisiones efecto invernadero, contrario a lo que ocurre con procesos de otros recursos como el petróleo o el carbón.
Tal afirmación es beneficiosa y la posiciona como una energía que aporta al medio ambiente sano y a la descarbonización, no obstante, la energía nuclear tiene unos retos para los cuales debemos prepararnos.
En primer lugar, no es fácil deshacerse de los desechos nucleares y de la radioactividad que presentan, por lo tanto, para los seres vivos constituyen un riesgo y/o peligro constante, pues los metales pesados son contaminantes que pueden afectar a los seres vivos.
En segundo lugar, debe decirse que los accidentes aumentan con la presencia de plantas nucleares, esto quiere decir que, si no se construyen correctamente o no se efectúan los mantenimientos obligatorios de manera juiciosa, podrían, eventualmente generarse fugas radioactivas, que afecten de forma inmediata a los seres vivos.
En tercer lugar y de forma muy relevante, el agua. Sí, por el funcionamiento de la central nuclear, es necesario que sea construida cerca de una masa de agua, con la finalidad de ser usada para enfriamiento. Así las cosas, el líquido esencial corre el riesgo de contaminarse y, por ende, causar daño a los seres vivos que lo consuman.
En cuarto lugar, el costo de renovación de las plantas nucleares es elevado. Como las centrales son desechables, es decir, tienen fecha de caducidad, es necesario renovarlas cada tanto, lo que, en efecto, constituye una inversión considerablemente alta que no muchos están dispuestos a asumir.
En quinto lugar, pero no menos importante, el uranio es un elemento limitado y se estima que no durará muchos años, además, es muy inestable y requiere bastantes cuidados para minarlo, almacenarlo y/o transportarlo. Pero ¿por qué es relevante? Pues para este proceso es necesario que se genere vapor de agua y este se produce en utilización del uranio o el plutonio como combustible. Luego de haber listado los retos y considerar que la contaminación no solamente debe tomar en cuenta el factor de producción o no de gases efecto invernadero, es necesario que nos preguntemos, de forma crítica ¿es bueno para el medio ambiente la energía nuclear?, puede serlo, no obstante, en la medida que se decida utilizarla, tenemos que prevenir los riesgos medio ambientales que afectarían de manera directa e inmediata a todos los seres vivos.
Hemberth Suárez Lozano
Socio fundador de OGE Legal Services