El consumo energético con el pasar de los años se ha convertido en una cuestión de interés en cada uno de los sectores de la industria, esto no se debe solo a su impacto inmediato en los costes que se generan en la cadena de producción, sino también a ese importante impacto en la sostenibilidad del medioambiente, que realiza cada una de las empresas en nuestro país.
En la actualidad, ha venido creciendo el interés de las industrias en implementar las auditorías energéticas como efecto y resultado de esa sensibilidad y comprensión del impacto humano sobre el calentamiento global, y el cambio climático que aqueja a los estados.
Una auditoría energética se caracteriza por ser una inspección y análisis de los flujos de energía en un inmueble con el objetivo de entender la eficiencia energética, que está siendo objeto de auditoría. Esto se lleva a cabo para buscar oportunidades de reducir la cantidad de energía utilizada sin afectar negativamente la producción. Esta auditoria además de las ventajas antes dichas, incluye la identificación de los sistemas y áreas en los cuales se presentará el mayor impacto en la mejora de la comodidad, durabilidad, y en la calidad del aire interior. Así como también pensando en la salud y bienestar de cada una de las personas que allí se encuentran permanentemente realizando sus labores.
De acuerdo con la normatividad colombiana, tenemos desde el año 2001 la Ley 697, en la cual se crea el (PROURE)[1], y como alternativa regulatoria, se identificó definir como obligatoria la realización de auditorías energéticas en grandes industrias.
No obstante, a la etapa del 2022, aunque en nuestro país se esté dado un avance, que no es tan significativa como se quisiera en el sector industrial, respecto a la implementación de auditorías energéticas, de sistemas de gestión eficiente de la energía y de la instalación y puesta en marcha de acciones y medidas de eficiencia energética, “se prevé que no son suficientes, y que se tiene un alto potencial de ahorro energético y, por ende, de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero”[2].
De lo anterior, las grandes industrias pueden implementar medidas de eficiencia energética, y así poder optimizar procedimientos y procesos en las actividades de producción, que desencadena un uso y consumo de energía de manera eficiente, por esto presentamos los siguientes principales Objetivos de la Auditoría Energética:
- Obtener información sobre la facturación energética para poder analizar el histórico de consumos de los recursos que consumen energía.
- Realizar un inventario, un estudio y análisis tanto de todas las máquinas, motores u equipos que consumen energía, así como de todas las instalaciones energéticas y de la envolvente térmica de la empresa mediante cámaras termográficas para cuantificar, analizar y clasificar los consumos energéticos.
- Identificar aquellas zonas o áreas susceptibles de conseguir los mayores ahorros energéticos.
- Realizar propuestas y recomendaciones para mejorar la eficiencia energética de la empresa.
- Cuantificar los ahorros tanto energéticos, como económicamente para poder obtener los períodos de retorno de las diferentes medidas de mejora propuestas.
- Analizar y estudiar las tarifas que ofrecen las compañías energéticas y proponer recomendaciones.
- Proponer medidas para una gestión adecuada en el uso del agua.
Hemberth Suárez Lozano
Socio fundador de OGE Legal Services
[1] Programa de Uso Racional y eficiente de la energía
[2] Eficiencia energética: Auditorias energéticas en grandes industrias Pag.21